viernes, 22 de septiembre de 2023

Desde el crisol del alma.

La humedad del labio, apenas.
Un despertar con el sonido de un beso,
reciente y puro.
Sin ornatos, tal y como sale del crisol del alma.


Caminar entre el murmullo de la gente 
y hallar en esa mezcolanza de voces…
un valle de silencio.
Y así, guardar en la redoma 
de nuestro espíritu, ese instante voraz
e irrepetible, que hemos robado al tiempo.


Escrito en Diciembre 1999 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.


© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.




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