Nada más ambiguo que el tránsito de la vida
hacia la muerte.
Nunca sabremos, si una vez muertos,
no podemos o no debemos, ni queremos
comunicarnos.
El infierno está lleno de santos que no fueron
canonizados.
El anagrama de la vida no puede ser creado,
porque sólo existe en nuestra imaginación,
durante un tiempo irreal, que inventamos
para dejar constancia de nuestra presencia,
tan sólo por un fanático narcisismo.
El mejor remedio es no hallar ningún remedio,
por considerarlo imposible,
o por darnos cuenta de que no debemos
cambiar nada que esté dentro
de un orden cósmico.
Pienso que no pienso cuando pienso
y he pensado que dejar de pensar,
es el absurdo de pensar en dejar de hacerlo.
Cuando habito en mi, todo sobra, pero falta
lo esencial…Tener la consciencia plena
en mí mismo.
Si alguien te increpa diciendo que no sabes
nada de la vida, responde: De la tuya no,
por supuesto. Al igual que tú lo ignoras todo,
acerca de la mía.
Escrito en Septiembre 2023 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario