que aligera una carga de penas,
pues se mueven como las arenas,
cuando sopla esta brisa en mi alma.
Es tan sólo un compás en la espera,
un espacio que ocupo y remito,
una paz, que antes fuera delito,
de una vida, atrozmente fiera.
Ni siquiera el agua es tan pura,
ni el cristal puede ser transparente,
la razón, antes fue inteligente
y ahora es por mezquina, muy dura.
En su haber, sólo emite su juicio,
quien franquea toda compostura,
cae abajo toda una estructura
de la ley, para nuestro perjuicio.
Hoy me invade una nueva tristeza,
observando cómo se amontona,
la razón, cuando se desmorona
desmontándose pieza por pieza.
Escrito en Septiembre 2023 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario