que matar a la muerte con un homicidio.
Condenarse por vida, a querer vivir
y negarse el derecho a poder morir.
Contemplar el sufrir, como algo eterno
y sentir en tu vida el cruel infierno.
Desbastar la cara, que muestra una sonrisa,
con la crueldad que no tiene prisa.
Amar de esta suerte, el cruel engaño,
del placer prohibido, procurando el daño,
romper los esquemas de toda inocencia,
disfrutar el crimen con la complacencia
de quien mira mudo, mientras cae inerte,
la vida de otros , que siega la muerte.
Y no padecer por el infortunio,
de ver cómo merma esa fría luna,
de tono amarillo y verde aceituna ,
hasta declararse en el plenilunio.
No hay acción más triste, cruel y suicida,
que la negación del fin de tus días,
apagarse en todas las melancolías
y morir viviendo, por morir en vida.
Escrito en Septiembre 2023 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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