del ruido.
Las horquillas evitan, que por confusión
dialéctica o sintáctica, alguien se ahorque .
Para manipular algo, se necesitan las manos.
Con los pies, no sería manipular,
sino podicular. Algo así, no está bien visto.
En el alma-naque, no figuran las almas.
sin embargo el almi-bar es la sugerencia
de un alma dulce.
Sobre una almo-hada, todas las hadas
reclinan su cabezas.
En las distancias cortas se alargan
los suspiros, por la sorpresa de un inesperado
encuentro.
Me duelen los dedos de seguir tejiendo
bufandas para las jirafas, aún sabiendo
que no las necesitan.
No tenemos que desnudarnos para hacer
el humor. Para hacer el amor…tampoco.
Escrito en Septiembre 2023 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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