que ves entre los cristales
a través de ventanales
o en la amplitud de un espejo.
Nunca fui joven o viejo,
eso no me ha preocupado,
he estado tan ocupado,
que ni siquiera me quejo.
Soy un alma muy sencilla
y todos me pueden ver,
si me quieres conocer,
soy como el trigo en su gavilla.
Como nube en la mañana
o el río, que alegre canta,
soy el trino en la garganta
de ave canora y temprana.
También la fresca manzana,
la tibieza del rocío,
ya sabes ¡Cariño mío !…
Una persona muy sana.
Escrito en Diciembre 1999 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario