y a la vez, oscuro velo.
Algo mágico
para ser escenario de vuelo.
Algo sin forma
abierto a nuestros ojos,
cerrado sobre sí mismo.
Algo sin norma
ni figura o esbozo,
sin fondo el abismo.
Algo pleno y vacío
de silencios y sonidos,
de luz y de penumbra.
Algo yerto y frío
y a la vez, fuego vivo
que sobrecoge y deslumbra.
Imposible nombrarte
en un breve momento,
pues para pronunciarte,
tan sólo una voz: Firmamento.
Escrito en Febrero 1982 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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