que amó tan intensamente,
que se encontró, de repente,
perdido, sin más razón…
Porque se quedó vacío,
en su pura redondez,
colmando su insensatez,
como las piedras de un río.
Está muy bien obsequiar,
todo tu amor, al vivir,
pero mejor es sentir,
que te aman, cuando has de amar.
Escrito en Noviembre 1999 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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