ya sé; vuestra intención nunca fue sana,
haré aquello que me venga en gana,
pues sé hasta donde voy y a dónde llego.
No me hablen de virtudes teologales,
pues siempre tiene un brillo cegador
y aquel que no se sabe pecador
te increpa por saber por dónde sales.
No me hablen del amor, que estoy zurrado
por todo lo que lleva una mentira,
que todo va cambiando y siempre gira,
ya estoy de la mentira escarmentado.
No me hables nunca más de mejorar,
si acaso, mi carácter no te gusta…
te vas, si te incomoda o si te asusta,
que soy ya muy mayor para cambiar.
Escrito en Septiembre 2023 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario