del pensamiento o el hallazgo de la palabra,
que se esconde bajo su cáscara, para no ser
expresada.
Secretamente oculta en el subconsciente
o el tuétano de los huesos, que sienten
el estremecimiento del verso e intenta
plasmar sobre el papel,
todas esas sensaciones.
Se divaga sobre los estratos de las cosas,
pero una vez, profundizando en el alma
irreductible del pensamiento, se van diluyendo
los obstáculos que nuestra mente origina
y que se muestran por la torpeza de nuestras
manos.
Todo es un misterio, que nace del grito
que se oculta en la gravedad de un silencio
provocado.
Un yacimiento abandonado, donde la voz
repite el eco, que vuelve a sonar
en la conciencia.
El verso se manifiesta en una acción rebelde,
en una ruptura de huesos y metales,
ante los abismos que generan los temores.
El papel se apiada de la celulosa
y su alma blanca, para ensuciarla
con guarismos o elevarla con la belleza
de la palabra escrita.
He aquí el verso, el poeta y esa maldición
del vacío y del silencio, transformados
en voz y en poema.
Escrito en Septiembre 2023 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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