caminando sin levantar la vista de su tablet
o teléfono móvil.
Tras la escarpada ladera de azúcar, hay un abismo, en el que se precipita todo el agua
contenida en los sueños perdidos.
Una tremenda abundancia de imágenes,
van diluyendo las razones
y los ojos exhaustos, van cayendo inertes
al suelo, tras haberse nublado y explotado
con el neón de las pantallas.
Cáscaras vacías, crepitan bajo el paso
inagotable de los suicidas, que son filmados,
para al menos, tener un recuerdo que borrar
tarde o temprano del disco duro, para dejar
paso a algo más truculento y cruel,
en este espectáculo de cuerpos sin almas
y mentes vacías.
Escrito en Septiembre 2023 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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