porque el vacío es ausencia
y al no ver en él, presencia,
caigo en la cuenta y me río.
Pensaréis, que desvarío
con esta pobre elocuencia
y es porque tengo consciencia
de que existe este vacío.
Aquel que sienta la ausencia,
se sentirá muy perdido
y muy pronto habrá aprendido,
que falta alguna presencia.
No ha de bastar la inocencia
de no sentirse aludido,
algunos ya habrán sentido
el vacío y su sentencia.
No cometáis la imprudencia
de pensar, que es mal de gentes,
pues si sois inteligentes,
obraréis en consecuencia.
Con tesón y con paciencia,
veréis que nadie es ajeno,
cuando consigue estar lleno
al recuperar su esencia.
Escrito en Julio 1982 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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