sábado, 31 de agosto de 2024

¿Dónde está la inspiración?

Todos duermen y yo escribo 
sobre las vidas ajenas,
sus alegrías y penas,
pues pienso que es de recibo.


Plasmar la vida y su entorno,
con esa fidelidad 
de contar la realidad,
desde un punto sin retorno.


Situaciones y percances
que todos hemos tenido,
el recuerdo de un sonido,
lo que en tu memoria alcances.


El sueño de la niñez,
el amor de adolescencia,
o un vacío en tu conciencia,
causado en una estrechez.


De algún suceso precario,
que no quieres recordar,
pues es mejor caminar,
como lo haces a diario.


Sin llevar la vista atrás,
buscando un nuevo horizonte,
sobre la cima de un monte
en una experiencia más.


¿Dónde está la inspiración?
Me preguntan a menudo 
y yo quedo absorto y mudo,
pues sé la contestación.


La vida brota y suspira 
en los hechos que vivimos 
y en todo lo que sentimos 
hay un poema y te inspira.

Escrito en Agosto 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.



viernes, 30 de agosto de 2024

Un buen hermano, un buen amigo.

Como un tumulto de ecos lejanos,
sus voces quedan en mi recuerdo,
que, en la distancia, a veces pierdo,
de mis amigos y mis hermanos.


Ellos se fueron, ya no los siento,
pues se marcharon sin despedidas,
la ingrata muerte truncó sus vidas,
cuando sus risas fueron sustento.


Quise a la muerte, robar su instante 
y atesorar todos los encuentros,
para guardarlos en mis adentros,
pero la parca se puso un guante.


Y sigilosa, en un descuido,
ya no advertí que se los llevaba,
pues su silencio, no lo esperaba,
sólo pensaba en lo que he vivido.


Su compañía fue una lisonja 
de sensaciones en la amistad 
y he de decir que, mi realidad 
era absorbente, como una esponja.


Todos tuvimos algún amigo,
o algún hermano en el corazón,
llevando idéntica vibración,
fueron ejemplo y mejor testigo.

Escrito en Agosto 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.




Siempre hay tiempo de rectificar.

Siempre quise ser feliz,
es mi ilusión y mi meta,
sí equivoqué mi planeta,
no me ha dado en la nariz.


Tal vez ha sido un desliz,
cuando elegí el nacimiento,
pues no recuerdo el momento…
¡Se me borró de raíz!


No sé, sí habrá una ocasión 
de deshacer este entuerto,
porque no quiero estar muerto,
hasta mi reencarnación.


Sí mi destino va a misa
en todo lo sucesivo,
ya encontraré un buen motivo
¡No tengo ninguna prisa!

Escrito en Agosto 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.




Parnaso Nocturno.

Soñé abismos inconclusos en el eco 
del silencio, mientras la noche reposaba 
en el lecho de los amantes, con la lámpara 
cegada de unos párpados entreabiertos.


Habitaba el viento en mis oídos, como pájaro 
invisible, cuyo aleteo cerraba las puertas 
a otros sonidos más bellos y sutiles.
La luz llegaba hasta mis ojos en espinas
circulares, hirientes, desfigurando la imagen 
de una mujer con pechos de granizo.


Sentí el ojo de su tempestad, moviéndose 
en vaivenes en torno a mi cabeza, excavando 
(Uña terrible) madrigueras en mis huesos vacíos.



El azufre del azar sobre el tuétano y una gota 
de leche y miel sobre el labio abanderado.
El musgo cálido y húmedo entre las rodillas,
palpando un bulto, apenas imaginado,
donde las fantasías más morbosas se funden,
para dar paso a una procesión de nudos,
que atraviesan la garganta, impidiendo 
la proyección de mis brazos hacia el fondo 
decorado de tu figura.


A un paso, a tan sólo un paso, se hallaban
mis dedos de luciérnaga y quise posarlos
sobre tus cabellos, en medio de mi noche,
para llenar mis ojos de ti
Siempre estabas muy lejos y yo me sentía
desmembrado en un último esfuerzo.


Mi rostro se crispaba, ahogado en la angustia 
y la tormenta pasó entre sombras, sin dejar 
huella.
Con el alba lloré despertar a una muerte 
vestida de luz y añoré el parnaso nocturno,
donde tú habitabas, derramando estrellas 
y sonrisas, cada noche precedida 
de tu ausencia.

Escrito en 1985 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.



¿Aún podemos salvar la Poesía?

¿Para qué buscar el ritmo y la cadencia 
en la rima? Sí hoy en día la lectura 
ha dejado de ser esa aventura,
que aportaba nueva luz de inteligencia.


Se ha perdido nuestra sensibilidad,
nadie quiere ya pensar, es complicado,
esas cosas pertenecen al pasado,
hoy vivimos una nueva realidad.


Se compite en un programa lacio y burdo,
en el cual, alguien vende su intimidad,
ignorando que su precio, en realidad,
careciendo de valor, raya lo absurdo.


Se critica a quien cultiva hoy la rima
se señala con el dedo y en la lista,
tienen cita con su psicoanalista,
pues sin duda, tienen baja su autoestima.


Se critica y es la forma más sencilla 
de evitar entrar en pugna razonable,
lo más grave no es hablar lo que se hable,
es hacerlo, como lo hace una cotilla.


Silenciando a la razón, un improperio,
cuando todos los valores ignorados,
aparecen deslucidos y olvidados,
por desgracia, nunca se ha tomado en serio.


¿Para qué nos va a servir la poesía?
Sí ya nadie lee, ni escucha, es aburrido,
aún nos queda ese último latido,
que esperamos no perderlo todavía.


Escrito en Agosto 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.


© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

jueves, 29 de agosto de 2024

El arte de la rima (Soneto).

En lo que no conozco, no me meto,
pero quien ha estudiado poesía,
sabrá comprometerse cada día,
a fin de elaborar un buen soneto.


Como buen escritor, agudo, inquieto,
decido dedicarme en la porfía,
buscando entre la rima, su valía,
la rima es la razón de mi respeto.


Yo sé que, al ser rimada, se limita 
en toda la expresión, por su cadencia,
la idea que en el verso es expresada.


Pero tu voluntad se precipita,
pues lleva en tu intención, toda la ciencia 
que tiene la palabra si es rimada.

Escrito en Agosto 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito. “zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.




Alma-naque.

Acaricia esa latencia de una realidad transfigurada, 
en un espacio redimido 
de las sombras.


La luz es esa vertical espada, que incide
para hacer brotar la sangre y la claridad,
en la inconsciente memoria de los débiles,
que cuentan los días restantes de vida,
mirando cada día su alma-naque,
pero un viento raudo y terrible les arrebata 
unos segundos precisos, durante el insomnio 
de los días.

Escrito en Agosto 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.




Sueños de Atardecer.

Es ese morder el labio sobre las aristas 
de las montañas, de un sol abatido que,
cae rendido en el frescor de la hierba.
Cuando la penumbra extiende su adusta ceja
y las estrellas abren sus traviesos ojos,
ante una luna de leche impoluta, la noche 
adivina encuentros furtivos y sueños 
que se acomodan en un sopor de alas
de mariposa, que impregna la brisa nocturna,
en las noches de verano.


Es ese morder el labio y agonizar en el deseo
de un beso febril, ante la previsión 
de un amanecer de estrepitosa claridad que,
mutilando los sueños, nos ofrece una nueva 
realidad, repleta de luz y de dudas.

Escrito en Agosto 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.




La mejor elección.

Elijo la vertical ascendente en la memoria,
que enhebra los hechos por su valía,
en el transcurso del tiempo, durante una edad
vivida.
Imaginad la alegría, como una constante huella, que va dejando su rastro, desgastando 
las piedras del camino.


Elijo la prontitud sin relevo, ante la tibia soledad que me acompaña y la resolución 
del pensamiento llenando los huecos 
de todas las dudas, anegando de sabiduría 
los cauces de la inteligencia.


El borde dorado de un destello, atrapado 
en una mirada en paz y el suave timbre 
de una palabra amable, que brota sincera 
desde un corazón sin aristas, ni prejuicios.


Elijo el alma que vuela y los cuerpos 
que no llevan peso sobre sus conciencias.
Elijo la paz y la calma en estos tiempos convulsos, donde la razón se pierde 
entre los angostos caminos, en una búsqueda
de nuestra verdadera identidad, 
como seres de luz, viviendo una humana
experiencia.

Escrito en Agosto 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.




miércoles, 28 de agosto de 2024

La llama del entendimiento, es fuego que no quema.

Acércate a las gentes a una distancia prudencial.
 El ocio campea en las mentes
desocupadas y el vicio causa estragos,
haciendo su aparición en la decadencia.
Se va resbalando lentamente, cuesta abajo
hasta alcanzar los infiernos.


La naturaleza humana es una brújula loca,
a merced de los campos magnéticos que,
alteran hipnóticamente las más firmes opiniones.


El hueso sabe del tuétano del alma y del óxido 
de la inactividad cerebral, cuando los pensamientos
 huyen en medio de la fatiga,
por pensar obligatoriamente y sin un receso 
memorable.


Una mente sumergida en la ciénaga cree
firmemente que, el origen del ser humano 
fue el lodo primigenio.
Sólo la luz del entendimiento es capaz
de aportar fósforo a la inteligencia, sin temor 
a arder.



Las grandes hogueras surgen de la ignorancia, 
de los falsos profetas, que promulgan doctrinas  de herrumbre
 sobre los clavos 
que sujetan en las cruces, los cuerpos de los mártires 
de todas las religiones.

Escrito en Agosto 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.




El profeta.

Pulsante voz que, al firmamento,
alada vuela, pluma ligera,
brote de luz, a quien espera
salir del eco de su lamento.


Deseo vivo de perfección,
palabra pura del pensamiento,
que se adelanta a su entendimiento,
eco sublime del corazón.


Caudal en fuentes de la verdad,
que acaso busca de la consciencia 
el despertar de su innata esencia 
en una diáfana realidad.


Voz poderosa entre las montañas,
que al valle llega en su reverbero,
sable que cruza el aire certero,
cortando el nudo de sus entrañas.


Llama que brota de la retama,
ardiente espiga entre los eriales,
luz que atraviesa los ventanales,
grito que, al viento su voz proclama.


Musa en el alma de algún poeta
que en su silencio fue sinfonía,
padre de toda filosofía,
triste figura, la del profeta.

Escrito en 1985 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.




El último día (Apocalipsis final)

Llueven pájaros deformes sobre la tierra árida.
No quedan lágrimas que enjuagar en las nubes 
altísimas y el plomo derretido silenció
el lenguaje de los cañones y los fusiles.


Silencio, tan sólo un soplo de aire interpreta
el sonido de una queja lejana. 
No hay más mártires que asesinar, ni mujeres 
que lloren en los sepelios.
Hoy no amanecerá y el sol quedará oculto,
temeroso, detrás de la tramoya de los días.


Días vacíos, sin ecos que pronunciar, 
ni palabras que lanzar como piedras, sobre
las conciencias.



Llueven pájaros, los mismos que devorarán
las últimas migas de lo que pudo ser y no fue,
una existencia feliz, bajo un mismo cielo,
sin banderas que traten de detener 
los vientos de libertad.


Hoy no ha amanecido y la humanidad está 
de luto permanente.


Escrito en Agosto 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.




martes, 27 de agosto de 2024

En la llanura celeste.

Una rama se alza altiva,
presa en verdes extasiados,
sobre las frondas inermes,
en los campos adorados.


Pende el cendal transparente 
de la aurora virginal,
un beso furtivo, un rayo,
sobre el verde delantal.


Sus dedos sobre los prados,
venablos de sol radiante,
desde los cielos, vertidos,
trazan su alegre semblante.


Alegorías fugaces, 
en la llanura celeste,
gavillas de rojas llamas
en el horizonte agreste.


A la luz desmesurada,
la luna, frágil durmiente,
tras la azulada cortina, 
se oculta a su rayo hiriente.

Escrito en 1985 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.




La ley de la Razón.

Antes que nada, ha sido 
toda idea un arquetipo 
y así formar un equipo 
de reglas, con un sentido.


En la ley de la razón,
la mente tiene su juego 
y se manifiesta, luego 
el pulso del corazón.


Ocurre que, la emoción,
puede ser que nos traicione,
a menos que se razone,
en una clara intuición.


Donde nuestro corazón,
de manera inteligente,
aliado con la mente,
se equilibre en la razón.


Por el tono de su albura,
su destello blanquecino,
es prueba de que, el destino
puede alcanzar cierta altura.


Las grandes obras se miden,
sólo por su resultado 
y en un plan elaborado,
sus coordenadas coinciden.


En el mapa de los hechos,
surgen desde tu memoria,
para crear en la historia,
los más elevados techos.


De la razón y su altura 
de un conocimiento innato,
en ese nuevo arrebato 
a manos de la cultura.

Escrito en Agosto 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.


© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.





El equilibrio perfecto.

He de decir que, el acierto 
es pura casualidad,
el juego de la verdad
es deshacer un entuerto.


Sí acaso, no lo pensaste,
todo es una lotería 
y un acierto, un sólo día 
es un incierto contraste.


No se trata de acertar,
cuando lo que se procura,
puede resultar la cura 
en tu largo caminar.


Hallar siempre lo correcto,
en el sendero elegido,
encontrar lo que has perdido,
que el orden sea perfecto.


Establecer en lo estable,
un equilibrio ordinario,
que ha de ser lo necesario,
sí tu vida es miserable.


Tu equilibrio es la tendencia 
entre dos fuertes corrientes 
y no importa, que las gentes,
caminen con imprudencia.


Nunca podrá ser juzgada,
una acción, que decidida,
le da sentido a tu vida,
cuando fue premeditada.


El equilibrio es al uso,
lo que puedes realizar,
sin ese temor de errar,
convirtiéndose en abuso.

Escrito en Agosto 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.




lunes, 26 de agosto de 2024

No hay límite, ni frontera.

No limites tu frontera 
que, aunque mortal, el humano,
siempre ha tenido en su mano 
el rumbo de nuestra esfera.


Responsable a tu manera,
eres del propio destino,
elige bien tu camino,
alcanza el que persevera.


Jamás te des por vencido,
nadie consigue sus fines,
si no coge por las crines
la ocasión que se ha ofrecido.


A veces llega tardía,
pasa una vez en la vida,
la logra, quien no descuida 
su vigilia un sólo día.


Nunca des por imposible 
un sueño o una ilusión,
hay que poner corazón 
y un coraje disponible.


Para hallar en lo invisible,
una realidad futura,
en el tiempo se madura 
y todo anhelo es posible.


No pongas fin a tus metas,
crecer, no es ser ambicioso,
tu espíritu es poderoso,
basta que te comprometas.


No dudes sí llegará,
lejana es la perfección,
educa a tu corazón 
y al final se alcanzará.


Escrito en 1985 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.




Morir en vida, bajo el peso de la ignorancia.

En la infausta noche de los tiempos, la decadencia llega a las cotas más elevadas,
se recortan los perfiles angulosos de la 
autenticidad declarada, para que la mentira 
ruede como una bola de nieve, arrastrando 
vidas y voluntades.


Se anudan testimonios y se encarcelan opiniones que distan del embrujo de las aguas,
que yacen corrompidas en los orinales de los 
ministerios.
Se mata, hasta a la muerte en vida, evitando 
cada resurrección latente en el libre pensamiento.

Se camina con pasos cortos e inciertos y no se debe, ni se puede dar crédito a ninguna 
palabra, que no se haya liberado de los pestillos de su prisión mental.
Los abogados del miedo alteran las leyes
y la justicia perece bajo el hacha de la corrupción.


Hay cosas peores que la muerte y es vivir 
en el conformismo y la ignorancia, desconociendo que se puede morir en vida,
sin ser tocado por el piadoso filo de su guadaña.

Escrito en Agosto 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.




domingo, 25 de agosto de 2024

Todos los ángulos de una misma verdad.

Una voz enmudecida 
es presa y sin libertad,
la visión de la verdad 
merece ser comprendida.


Así la expresión, que es pura,
debe de ser divulgada 
y no puede ser juzgada,
sí se siente que es segura.


Ocurre que la opinión,
entre matices diversos, 
contempla los universos,
que nacen del corazón.


Existen muchas versiones
en una misma verdad,
dependiendo en realidad 
de distintas opiniones.


Razón de muchas razones
forman esa confusión,
sí ignoramos la intención,
que por tu tesis propones.


Al buscar esa verdad 
que nace de tu intuición,
el respeto es la razón,
tu credo en la honestidad.


Nadie sabe el desenlace 
de una verdad admitida,
en la experiencia de vida,
es la forma en que subyace.


Escrito en Agosto 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.






Sueño de Amor presentido.

Al borde del labio trémulo, vibrante de hojas
carmesíes, acude el beso en un rumor ciego 
de sonido apenas percibido.
La caricia es esa larga sombra que, 
como bruma se extiende sobre las laderas 
de tu cuerpo y sólo la luz de tus ojos ilumina 
la penumbra de la noche.


Golondrinas vivarachas, tus párpados 
se cierran ante el dulce sueño presentido 
y la piel se funde en espumas, al roce
de tus cabellos.
Se ciñe al alabastro de tu cuerpo, el céfiro 
notorio de un suspiro, dando a mi adorada,
la imagen de una diosa desterrada, hecha 
mortalmente mujer, divinamente amorosa.


Posee un cáliz desbordado, cuyo brocal 
hecho labios, contiene la dulzura del licor,
que maduraba en sus entrañas.
Su amor me rebasa y la empapa como 
fina lluvia y en divinas gotas se dispersa 
sobre el rubor de sus mejillas, tornándose 
iridiscente y embriagando el firmamento.


Dos estrellas coronan su cándida frente 
y un áureo laurel rodea sus sedosos cabellos.
¿Cómo expresar el eclipse de mis ojos,
ante la conjunción de astros, que derraman 
su luz sobre el planeta deshabitado 
de mi cuerpo?
¿O ese sentirse inmortal, burlando 
la dimensión del tiempo 
durante nuestro encuentro?


¿No será que, el amor, perpetúa así 
la existencia, borrando las sombras 
de la muerte?
¿No será que, tal profundidad, traspasa 
todo límite y barrera?
Acaso el mortal humano, emule el destino 
de los dioses, cuando ama y burla todo temor,
todo dolor y toda suerte.
Tal vez, porque la suerte esté echada 
o porque hemos elegido el mejor camino 
y seguimos el sendero abierto hacia la eternidad, en completa armonía 
con el universo. 

Escrito en 1985 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.




Tempestuosa Existencia.

En cierto modo, la vida es un corto recreo,
porque exististe es un hecho sin conciencia,
una consecuencia, una reacción ante 
la naturaleza, a la cual eres impelido, un crecer 
hacia una nube.


Es entonces cuando nos rodea para cegar
nuestras vidas, cuando comprendemos lo sutil 
y lo moldeable que es, el valor que tiene cubrir 
los cuerpos, los hechos, las intenciones omisas, 
ese espacio otrora vacío
 que llenamos irremediablemente.


La hora del arrepentimiento se suele suceder,
a la rotura del velo que nublaba nuestras 
mentes, pero Dios lo sabe y se ríe de nuestra 
estupidez, para luego perdonarnos, 
porque todo queda justificado en un mar 
de errores y no somos, sino olas, movidas
por los vientos de las dudas.

Escrito en 1985 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.




sábado, 24 de agosto de 2024

Ecos

Abrid la tierra toda desde el fondo y celebrad
la congregación marginal de las sombras,
ante el mudo asombro de la roca,
que es mecida por el agua, que brota 
de la entraña.


Poblad los huecos inanes, donde apenas 
llega la luz y con los dedos húmedos,
mezclad la arena esparcida, dibujando 
conchas sin prisa.
¿A qué esperáis?
No hay caparazón que no pueda ser abierto,
ni sima, que no sea al fin franqueada.


Jugando al escondite, la luz creó a la sombra,
a partir de todo lo estático y silente,
que vegetaban sin apenas sentir,
que no estaban solos.


Tus palabras pueden perderse, pero el eco 
transmite incansablemente una misma voz.
Sea pues nuestra voz, el eco irrepetible 
de nuestras conciencias.

Escrito en 1985 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.





Mi presente es sentimiento y poesía.

No medito con lo que he de hacer mañana,
la distancia nunca puede ser medida,
es mejor continuar, vivir la vida 
y el presente, que de sus fuentes emana.


Hoy me siento satisfecho y la alegría 
me completa y satisface desbordada,
mas, sí un brote de tristeza, en su llegada 
desarrolla sobre mí su felonía.


Es seguro que, mi frágil pensamiento,
que gozaba de perfecta claridad,
se oscurezca con la cruda frialdad,
que ahora cubre mi más noble sentimiento.


Es preciso recobrar cada momento,
consumirlo, como llama que se apaga,
que el mañana tal vez no nos satisfaga 
y una risa se transforme en un lamento.


No medito con lo que he de hacer mañana 
lo que tengo lo disfruto a duras penas,
como el agua recogida a manos llenas 
y es bebida como mágica tisana.


El futuro se compone de presentes
y es idóneo afianzarse en su vivencia,
nunca es bueno desear con impaciencia,
alboradas que a tus ojos son ausentes.


Voy jugando con la forma de una idea
que ha trazado en mi vida sus perfiles,
las comarcas de mi mente y sus rediles,
desarrollan su conflicto y mi odisea.


Siempre sueño con vivir aconteceres,
que tal vez nunca lleguen a cumplirse,
es mi vida todo lucha y no rendirse,
disfrutando todos los amaneceres.


Es hallar en la tristeza, sintonía 
y alegría, en el gozo y su cadencia,
es mi vida, mi refugio y es mi ciencia,
transmitirla y expresar su poesía.

Escrito en 1985 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.




viernes, 23 de agosto de 2024

Hueso sobre hueso.

Un hueso, tan sólo un hueso,
mondo, lirondo y travieso,
que la frágil carne viste,
imaginando el despiste 
de lo que oculta callando.


Un hueso que está ignorando 
su legado y su misión,
que empieza en la ligazón 
de los nervios y tendones
y ejecutando sus dones,
llegamos a comprender,
que el hueso es la arquitectura,
que en tu cuerpo es la aventura,
necesaria de emprender.


Hueso sobre hueso, inquieto,
llegan en su formación,
a la meta y su función 
para formar tu esqueleto.

Escrito en Agosto 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz “.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.




Sobran los adjetivos.

No es el adjetivo el que etiqueta,
el porte y la finura que se intuye,
sí acaso en la persona se destruye 
la imagen que de sí a otros inquieta.


El porte se demuestra en la actitud,
los hechos son de ti, los precursores 
y verlos florecer de mil amores,
demuestra tu coraje y tu virtud.


Es como una canción de juventud,
que suena con dulzura en tus oídos,
atentamente escuchas sus sonidos,
que llegan hasta ti, en su plenitud.


Quien habla mal de ti, esgrime un sable,
peor será ser un desconocido,
es bueno percibir algún sonido,
quien hable sin saber, mejor que no hable.

Escrito en Agosto 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.





La plenitud de la Nada.

Álzate como una espiga sobre las marismas 
de espejos quebrados, la luz incide 
en la profunda ojera de su vertiente.
Devana la historia del ave que estrella 
su plumaje sobre el arrecife y escucha 
el canto de las sirenas en los huecos híbridos 
de las leyendas.


Todo sol es un anillo engendrado en el fuego 
y templado con la frialdad de una noche 
sin astros.
Pero tú, no levantes la copa rota, poniendo 
por excusa tu ávida sed.
El vidrio es un sextante para medir el espacio 
entre tu sed y el riesgo que se precipita 
en tu boca.



Sí no lo concibes así, sus estrellas ocultas,
romperán con sus dientes, el beso 
que sucumbe ante la ambrosía.
Camina despacio, la ceguera de ónix 
en la gente, produce una distorsión 
en su apariencia.


La extrema confianza o la desconfianza cruel,
devora palomas cálidas, cuyo vuelo roza
la línea de flotación de la razón.
Desciende una hosca penumbra, que se clava 
en los rincones deshabitados del espíritu.


A nadie le comentes dónde se halla tu límite,
la frontera que te separa de tus anhelos,
pueden robarte todo, dejarte al desnudo,
hambriento y moribundo, pero una mano mortal,
no tiene la longitud suficiente 
para arrebatarle tus sueños.

Escrito en 1985 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.









jueves, 22 de agosto de 2024

Cabellos mojados, bajo una misma lluvia.

La lluvia adolescente, mojaba 
un acebo diminuto, bajo tu sombra en declive,
tiñéndose de hollín y seda sobre el asfalto.
Una mariposa creyó ser águila, pero no pudo 
remontar la cima de tus senos.


Evocaba en un viejo ritual, la magia necesaria 
para despertar las enmarañadas zarzas 
de tus deseos y nada halló en su ceremonia,
sino el silencio de los feligreses, enclaustrados 
en sus asientos.


Párvulo oval bajo el cascarón, crisálida 
de ojos ciegos, perdido en la inmensidad 
de tu cuerpo.
No bastó el vuelo, ya que la boca reclamaba 
el descenso, ese vararse lentamente 
sobre tus olas y abrazarte dulcemente.


El lepidóptero descendió y apenas se hundía 
en la humedad de tus aguas.
Un poema trocó el agua en vergel y se saturó 
de pétalos carnosos.

El insecto se mudó en hombre, tras su última 
metamorfosis y en el mar de sus anhelos,
tocó tierra firme, se halló cubierto de pólen 
y cada partícula fue un ápice de gozo,
a cuya conjunción delimitaba, los torrentes 
inscritos en el pentáculo fragmentado 
de tus manos.


Mientras, la noche aullaba a los caballos rebeldes, cuyos ojos brillaban en la cúpula 
gótica de tu lecho.
Ambos nos reconocimos en la textura 
de un abrazo y con fuego y ceniza, 
barro y agua, moldeamos la primera letra 
de la palabra AMOR, desplomándose 
los muros que contenían presos los ojos,
a la luz de un encuentro y la dicha de sentirnos 
cabellos mojados, bajo una misma lluvia.

Escrito en 1985 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.




Despertar a la luz.

Al alba brota un rayo luminoso, 
que emerge en los albores matutinos,
son gozos de la luz, que clandestinos,
con oro baña al trigo generoso.


Espigas del celeste firmamento,
al horizonte, en luz embriagadora 
le aporta una silueta en su demora,
en ese devenir, pausado y lento.


Los pájaros, veletas sobre el viento,
oscilan en la luz, por vez primera,
celebran ver nacer la primavera,
como un dichoso y ágil pensamiento.


Despierta ya, temprano al sentimiento,
atrás quedó la noche, tristemente,
la luz la fue borrando de tu mente
y no queda en tu alma, ni un lamento.


Despierta, pues te guían con sus manos,
saetas de metal resplandeciente,
el sol ya despuntó sobre el oriente,
brindándonos el día que anhelamos.


Despierta con los ojos entreabiertos,
la vida que, con un beso renace,
sobre la carne pura se deshace 
en flores sobre áridos desiertos.


Entonces, la llanura desolada,
se viste del color de la esperanza,
soplando están los vientos de bonanza,
suspiran en la nueva madrugada.


Brotando está la flor de la retama
e ingrávido, “el señor de los azules”
luciendo va sus sedas y sus tules
y en ese mar tranquilo se derrama.


Prestando todo acopio de ternura,
desde sus tibios ojos azulados,
las furias de titanes encrespados,
al mar contuvo al fin, de su bravura.


Despiértate a la luz y a la hermosura,
palpita con la vida, un nuevo día,
entre algún triste pesar, una alegría 
traerá por tu ilusión, mejor ventura,

Escrito en 1985 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz “.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.



Suicidio de la fe.

Quiero abandonarme, ser la ínsula que,
lentamente se sumerge en las aguas oscuras 
de la muerte.
Me falta valor para ser lo suficientemente 
cobarde y quitarme la va vida.
La vida llega encadenada a los dolores,
dolores sin sangre, ni llagas, ni espacios.


Un dolor que implota y se esconde 
bajo el pecho.
La suerte infausta, acíbar y almizcle maloliente,
humeante en la memoria.
Ese morir despacio y envejecer por dentro,
alimentando desazones y telarañas,
telúricos temblores y sollozos secos.


¿Porqué? Siempre el porqué.
No basta un acento para armonizar una frase,
sí el corazón es átono, sí el peso de la existencia es igual al volumen de desengaños.
¿Dónde está mi fe?
Voy buscando un motivo para seguir viviendo 
y la vida se me escapa, como agua 
entre mis dedos.

Escrito en 1985 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.




La médula ardiendo.

He celebrado el nacimiento de la claridad 
en mis ojos, pero su rayo incidente hiere
mis retinas.
¿Cómo ignorar la cortante caricia que hiende
mis carnes? 
Sí mi corazón se rebana en lonchas 
sobre una bandeja de plata y olvido.


¿Por qué la sangre que siente y palpita
en rojo cegador, a mis pulmones,
durante un hondo suspiro, en asmáticas 
neblinas se congestiona?


Quimeras de paja seca ardiendo, producen
la densidad del humo que ciega mis ojos.
La vida es un catarro mal curado, para aquel 
que estornuda sus escasos sueños
y siente la tristeza del gozo que huye.


Nunca sabrá por qué su amor es desventurado,
sobre un labio febril que besa imposibles.
Se me clava en el alma, las aristas 
de la estrella que está suspendida entre 
mis sueños.


Los muertos no padecen. ¿Aman, tal vez?
La eterna rima, el pareado: sentimiento
y sufrimiento.
Poeta, por el amor menospreciado,
errante sufridor de luna incierta y una nueva luz
con que embriagarse, para despertar 
a oscuras y buscar los espejos para
contemplar las lágrimas o cortarse las venas
con los asteriscos de las palabras.


Estático ante la quietud y mudez de tu figura.
Con esa sobriedad de enjuta faz estigmatizada 
y un crujido en el esófago del alma,
hasta sentir el dolor en la médula ardiendo.

Escrito en 1985 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.



miércoles, 21 de agosto de 2024

Desde que amanece el día.

El lívido rostro del alba se abre 
entre blancos senos y nubes.
Dorada navaja que al cielo rasga, punzón 
y alegre filo que, en su incisión, separa
la negra pupila, de la diáfana esclerótica 
que ilumina el día.

Propósito de rastros de luz y agua, 
en la quietud ascendente de un sol, 
cuyo reinado llega al cenit en el mediodía 
y en su declive, derrama la sangre en su llanto,
sobre las sombras del atardecer,
como un crepúsculo incendiado que agoniza
en mil hogueras.

Escrito en Agosto 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

 © Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.



Guardando las apariencias.

Lágrimas sobre la almohada,
de un alma desaforada.
De un corazón que no quiso llorar,
por el temor de pecar,
de ser demasiado humano,
Ignorando de antemano 
que cuando surge un envés,
todo el mundo, alguna vez,
seguramente lloramos.


Quedó seco, embrutecido 
en su dureza exterior,
aunque en verdad, su interior 
era el de un pájaro herido.


Por salvarse en la apariencia,
ante los ojos ajenos,
sumergiéndose en los cienos,
se le embarró su existencia.


Así son nuestras conciencias,
en la apariencia mostramos,
lo que no somos, y estamos 
sumidos en la impotencia,
no sabiendo a dónde vamos.


Tanto cuidar la apariencia,
que hasta nos encadenamos 
de una brutal penitencia,
haciendo alarde y presencia 
en nuestras carnes mortales,
el peor de nuestros males.


Y sí por fuera, cantando 
el alma parece estar,
en su interior, un pesar,
despacio la va minando.

Escrito en 1985 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.




 

martes, 20 de agosto de 2024

Común-Unión.

Tomad y comed, este es mi cuerpo,
que nace de la espuma de los sueños.
Que tiene en el amor su único dueño.
Que un beso le arrebata y le abruma 
la lánguida caricia que rezuma,
amores construidos con empeño.


Tomad, es un erial, inculto huerto,
que busca eternizar al que esté muerto,
Tomad toda mi esencia y proveed,
soy ese manantial en vuestra sed.

Escrito en 1985 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.





A un cuadro mal pintado.

Desde un cielo sin aristas,
las más finas pinceladas,
son auroras consteladas
de señales imprevistas.


Claro el sol, desde el ramaje,
se ha filtrado seco y mudo,
creando un cono y embudo
de amarillo en el paisaje.


Desde el lienzo, se escaparon 
desmarcándose en el vuelo,
las aves en desconsuelo 
y solitarias quedaron.


En su frágil aleteo 
de incierta forma y matices,
cambiaron sus directrices 
en tierras de Prometeo.


Descendieron condenadas
a una mortal existencia 
y perdiendo su apariencia, 
se vieron encadenadas.


Limitadas al espacio 
de una galería oscura
y por su asombro perdura
su tristeza, por prefacio.


Pues el artista en su usura,
se cegó en su idolatría 
y así lo convertiría,
en una vulgar basura.


El arte en silencio gime,
esta muerte declarada,
que en feroces pinceladas,
a la belleza reprime.

Escrito en 1985 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.




lunes, 19 de agosto de 2024

Un feliz y amoroso encuentro.

Vibrante es la sensación,
la emoción está servida 
como patrón de mi vida,
en aras de una ilusión.


Todo fuera y nada dentro,
te doy lo que tengo y siento,
este es el mejor momento,
porque hoy es nuestro encuentro.


Alma grande que, sin ruido,
la voz es tu identidad,
encontraste tu verdad 
en un hermoso sonido.


Te amo por nuestra amistad 
y tu alma, en conjunción,
produce una reacción,
lejos de esta realidad.


Tan sólo tú y yo lo sabemos,
así sentimos y amamos,
este tiempo, en que abarcamos 
todo lo que conocemos,


Es sentir lo que se quiere,
aunque querer, no es la clave,
el amor es nuestra llave 
y no importa a dónde fuere.


El cielo puede esperar,
cuando se entiende que estamos 
con las personas que amamos
y nuestra dicha es amar.


Escrito en Agosto 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.






Arquitecto de los Sueños.

Los hay que, siempre presumen
de un éxito inmerecido,
pero cuando lo han perdido,
es algo que nunca asumen.


Efímera es la victoria,
que no surge del trabajo,
muy pronto se viene abajo
pues humo ha de ser su gloria.


Subidos a un pedestal,
creerán estar en la cima 
y el peso de su autoestima 
tiene un amargo final.


Todo aquello que soñamos,
debe tener consistencia,
su labor es la paciencia 
en todo lo que abordamos.


Pues nuestra dedicación,
no ha de ser, de un sólo día,
la ilusión y la alegría,
son cosas del corazón.


Y no basta la emoción,
el esfuerzo también cuenta,
no permitas que te mienta,
una errónea percepción.


No hay más luz en la razón,
que hallar un descubrimiento 
y aprovechar el momento,
que te brinde la ocasión.


La vida es la reacción,
que se desata en cadena,
nuestra alegría o la pena,
surgen de una decisión.


Todos somos, en verdad,
buscadores de una cosa
que resulte tan hermosa
que la hagamos realidad.


Nunca es frágil nuestro empeño,
sí es fuerte tu convicción 
y das todo el corazón 
para construir tu sueño.

Escrito en Agosto 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.







A tientas.

¡Qué cerca estás!
Pero… estás como dormida y no seré yo
quien provoque tu despertar.
Es divertido pensar que, ni siquiera sabes
que te observo, que te he tentado 
en mi memoria.
¡Si, yo! El pecador.


Sin embargo, no podría confesarte que,
en un raudo soplo de ideas, te he deseado.
Ya ves, por el contrario, lo escribo 
y es que el papel es tan blanco que,
hasta mis vergüenzas parecen más livianas.


Ahora rozas con tus dedos, el perfil de tus labios y tu sensualidad no escapa a través 
del cristal, como en un espejo, tu imagen 
incide difuminada sobre él.
Posees ese atractivo de foto antigua que,
pierde su definición entre las neblinas 
del tiempo.


Hay un encanto que, proyecta tus ojos 
hacia el límite de los orillos, de una tarjeta postal, bordeando su filo inacabado,
como sí quisieras proseguir un paso más allá.
Imagen viva, que salta del portarretratos,
algo más que carne o forma.



Agua fina que, entre mis dedos escapas,
travesura de la belleza que, no se resigna 
a llevar la etiqueta de “ Bella", porque 
la belleza se halla dentro de ese caparazón 
de poros y piel que se extiende por tu cuerpo,
como una túnica, bajo la cual quedas oculta.
Tal vez te descubra entre mis sueños,
cada noche…a tientas.

Escrito en 1985 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.





Deseo.

Vengan a mí tus espumas rompientes,
que hasta el arrecife de mis manos 
se extienden.
Olas de metal embravecido, en el jadeo 
de un viento ermitaño que, 
sucumbe apasionado ante la humedad 
de tus huecos.


¡Oh! ¿Por qué restregar un antojo de algas
en un cabello que huye de la piedra.
Piedra o mármol, silencios desvencijados 
en las aguas.


El mineral de unos huesos gráciles,
oriflamas de carne desvestida, desnudez toda
que, al pálpito que asciende hasta los ojos,
furtivamente cautiva, como un sexo que,
agiganta el paso y atrapa a esa paloma 
de candor que lo desea.

Escrito en 1985 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.




domingo, 18 de agosto de 2024

Días de cielo gris.

Días de cielo gris.
En la mente flotan aún escarapelas 
y alguna insatisfacción.
Hilvanando ausencias, perdí la aguja de plata,
con la cual cosía mi existencia con algunos 
retales de recuerdos y algún encuentro fortuito 
con mi sonrisa.


Gotas de tinta sobre el corazón. Nada importa 
y todo me preocupa.
A pesar de todo, a pesar de herirme las manos 
con el cristal de los párpados rojos,
entresaco algún copo de nieve 
entre las hogueras.


Con el labio sobre la arena, observo una bota
que pisa las cabezas que, sacuden 
de sus cabellos la ira espumosa.
Vuelvo a escupir astros y miro hacia arriba
buscando una respuesta.


Una sonrisa obligada, con que alimentar 
el fuego que me consume.
Las piedras pesan en mi interior.
¿Quién supiera de alud que se produce 
en la memoria?
Los hilos que se enredan 
en lúcidas constancias, aplacan el eco 
dormido de una voz que, susurra despertares
que no existen.


Las estatuas lo saben y duermen por siglos,
la indiferencia de haber sido creadas.
La certeza del plomo que se angosta en nube 
y desprende su fina corteza sobre la cal
de la tierra, no es sólo una apariencia,
sino una profunda ceja moribunda,
que a los ojos se oculta.


Días de cielo gris. Las nubes amenazan 
galerna en los mares y tempestades 
en la quietud del espíritu.


Escrito en 1985 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.




Honestamente libres.

Cuando se nace en la cuna pobre,
aunque el dinero nunca nos sobre,
en esta vida se ríe y danza,
siempre tenemos la fe y la esperanza,
que en nuestro trabajo y con humildad,
vivimos en paz con nuestra verdad.


Nunca vestiremos con grandes galas,
pero nos sujetan nuestras firmes alas
siguiendo la ruta de la libertad.
Sacamos las fuerzas de toda flaqueza,
siempre terminamos lo que ahora se empieza, 
nunca hubo pobreza en la honestidad.


Sí nacemos libres y eso lo sabemos,
nuestras circunstancias, ya las conocemos,
porque en este mundo triste y herido,
todo se nos muestra muy mal repartido 
y aquel que más tiene y más ambiciona,
pierde sus derechos, porque no es persona,
pues muy poco tiene de ser humano,
quien nunca te ayuda, teniendo en su mano
esa potestad de cambiar el mundo 
con su voluntad, en lo más profundo,
que se precipita en su corazón 
acaso un destello fiel de la razón.


Quien mucho atesora y quien más anhela,
no sabrá volar, porque nunca vuela,
porque en este mundo, no hay mayor pobreza,
que ser el esclavo de tu propia riqueza.

Escrito en Agosto 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz “.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.






sábado, 17 de agosto de 2024

Así es como soy y así vivo.

Admito ser como soy,
no necesito cambiar,
no se trata de llegar,
sé muy bien a donde voy.


Llevo un largo recorrido,
entre victorias y errores,
el tema de los amores,
fueron un caso perdido.


Siempre tuve la torpeza 
de actuar con la verdad
y por mi sinceridad,
mi vida fue de cabeza.


Comprendí que, en un momento 
todos pueden engañar,
la vida puede cambiar 
y nos causa sufrimiento.


Aunque la vida es muy dura,
la debemos aceptar,
se trata de disfrutar 
como una gran aventura.

Escrito en Agosto 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.




Con el calor de una noche.

Con el calor de una noche, me tiendo sobre 
la piel dormida, recorriendo el espacio entre
mi almohada y tú, sobre los pájaros de alas
sedosas, anidando una vez más 
en la extensión de tus pupilas.


La caricia distendida, esquifes del viento 
en el letargo y unos besos prendidos 
en la curva que proyecta tu cuerpo 
en el espejo.


Con el calor de una noche, bebo de tu rocío 
y me embriago de ti con la complicidad 
de las sombras y sueño que no despierto,
aunque el alba me devuelva de nuevo 
a mi soledad.

Escrito en 1985 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.