miércoles, 7 de agosto de 2024

Imágenes.

Soy una sombra de musgo sobre tu piel 
de blanco álamo.
Los pájaros anidan en la frondosidad 
de tus cabellos y un místico son, asciende 
desde tus plantas a tu cintura.


Intento remar a duras penas, pues mis labios 
son esquifes sobre las ondas que en tu cuerpo 
se producen.
Alas batientes, como pestañas durante 
un parpadeo, dejan entrever la claridad 
de unos ojos que rebosan miel.


En ellos veo el carbón encendido 
de mis anhelos, que gimen 
como gatos nocturnos en celo.
Me hiere la seda que te cubre y quiero sentir 
tu desnudez de pálpitos, como saetas
de un reloj, golpeando mis sienes.


El frío perpetuo del mármol en tus labios,
se deshace y tu lengua abre un paréntesis 
a la provocación inusitada de un placer 
jamás sentido, tal vez soñado o imaginado.


Mis sentidos son hormigas que portan azúcar 
y recorren vertebrados caminos,
dejando un rastro de hojas o palmas,
sobre las dunas que el viento espolvorea,
en susurros de cálido aliento.


Ojos de fuego, que os prendéis en la noche,
como camafeos sobre el pecho adorado.
La palidez de la luna se muestra ingrávida,
sobre un cielo de espejos y azogue herido,
que se adosa sobre tu frente triste.


Resurrección marmórea de espumas,
que una mano arrebató a la vastedad 
del horizonte.
El sol abrazó a la mar y dejó su rastro 
de caracol vencido, en un estandarte 
de olvidada saliva sobre un empañado cristal.


Escrito en 1985 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.





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