sábado, 10 de agosto de 2024

Esta nave, ante ti varada.

¡Destrózame en pedazos!
Quiero ser infinito, infinitamente tuyo.
Porción, molécula de un ser que, cada ínfima 
parte, lleva un universo, todo un universo 
para ofrecerte.


¡Destrózame al amarme! Que así sabré
hasta qué punto me sientes tuyo.
Aráñame hasta la médula, amor. 
Descubre lo más íntimo, lo más intenso 
de mi ser.


No, no es pecado. Pecado sería la renuncia 
y yo te pido tu total aceptación.
Te pido ese cielo, en tus ojos se deshace 
en luz de luna.
Espejo de aguas que se cristaliza en tu aliento.


Parámetro de encuentros entre tu piel y la mía,
llama que, desde tus labios alimenta el volcán 
de mi corazón.
Tu cuerpo de nieve fundida, para moldear 
con ternura el amor o esa ola que brama 
en espumas núbiles, cubriéndonos de astros.


¡Destrózame contra tu arrecife!
Soy la arena de la playa, que besa tus plantas,
cuando hacia mí llegas.
Lengua sabrosa, que acaricias el armazón 
de esta nave, ante ti varada.


Naufrago en la humedad de tu cuerpo de alga,
durante un acopio de brisas, que conforman
la tempestad de mis pasiones.

Escrito en 1985 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.




No hay comentarios:

Publicar un comentario