lunes, 5 de agosto de 2024

Juego de cartas.

Era una noche sin luna, tan sólo las estrellas,
como lágrimas celestes, lloraron su ausencia.


Quise llorar con lágrimas secas y el mar 
me recordó que soy agua, que se desborda 
en emociones.


No me lamento de mi destino.
Aún sigo vivo y la última carta no está 
sobre el tapete.


Hasta en el vacío soy capaz de abrazar 
a alguien… A mí mismo.


No sé por qué las preguntas intentan buscar 
su propia apariencia en las respuestas.


¿Estás? ¿Estoy? ¿Dónde?
Qué importa si somos conscientes 
de nuestra presencia.


En el amor, un vacío tratamos de llenarlo 
con los besos que perdimos durante 
tu ausencia.


No sé porque lloro cuando me emociono.
Tal vez porque estoy vivo.
Las calaveras sonríen para ocultar 
un profundo sentimiento de soledad eterna.


No callo, porque no quiero admitir que 
el silencio pueda ganarme la partida.


Sólo tengo mi piel para intentar enmascarar 
lo que brota desde mi alma, a través de mis 
poros.

Escrito en Agosto 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.




No hay comentarios:

Publicar un comentario