jueves, 22 de agosto de 2024

Despertar a la luz.

Al alba brota un rayo luminoso, 
que emerge en los albores matutinos,
son gozos de la luz, que clandestinos,
con oro baña al trigo generoso.


Espigas del celeste firmamento,
al horizonte, en luz embriagadora 
le aporta una silueta en su demora,
en ese devenir, pausado y lento.


Los pájaros, veletas sobre el viento,
oscilan en la luz, por vez primera,
celebran ver nacer la primavera,
como un dichoso y ágil pensamiento.


Despierta ya, temprano al sentimiento,
atrás quedó la noche, tristemente,
la luz la fue borrando de tu mente
y no queda en tu alma, ni un lamento.


Despierta, pues te guían con sus manos,
saetas de metal resplandeciente,
el sol ya despuntó sobre el oriente,
brindándonos el día que anhelamos.


Despierta con los ojos entreabiertos,
la vida que, con un beso renace,
sobre la carne pura se deshace 
en flores sobre áridos desiertos.


Entonces, la llanura desolada,
se viste del color de la esperanza,
soplando están los vientos de bonanza,
suspiran en la nueva madrugada.


Brotando está la flor de la retama
e ingrávido, “el señor de los azules”
luciendo va sus sedas y sus tules
y en ese mar tranquilo se derrama.


Prestando todo acopio de ternura,
desde sus tibios ojos azulados,
las furias de titanes encrespados,
al mar contuvo al fin, de su bravura.


Despiértate a la luz y a la hermosura,
palpita con la vida, un nuevo día,
entre algún triste pesar, una alegría 
traerá por tu ilusión, mejor ventura,

Escrito en 1985 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz “.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.



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