miércoles, 28 de agosto de 2024

La llama del entendimiento, es fuego que no quema.

Acércate a las gentes a una distancia prudencial. El ocio campea en las mentes
desocupadas y el vicio causa estragos,
haciendo su aparición en la decadencia.
Se va resbalando lentamente, cuesta abajo
hasta alcanzar los infiernos.


La naturaleza humana es una brújula loca,
a merced de los campos magnéticos que,
alteran hipnóticamente las más firmes opiniones.


El hueso sabe del tuétano del alma y del óxido 
de la inactividad cerebral, cuando los pensamientos huyen en medio de la fatiga,
por pensar obligatoriamente y sin un receso 
memorable.


Una mente sumergida en la ciénaga, cree
firmemente que, el origen del ser humano 
fue el lodo primigenio.
Sólo la luz del entendimiento es capaz
de aportar fósforo a la inteligencia, sin temor 
a arder.



Las grandes hogueras surgen de la ignorancia, 
de los falsos profetas, que promulgan doctrinas  de herrumbre sobre los clavos 
que sujetan en las cruces,
 los cuerpos de los mártires 
de todas las religiones.

Escrito en Agosto 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.




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