domingo, 25 de agosto de 2024

Tempestuosa Existencia.

En cierto modo, la vida es un corto recreo,
porque exististe es un hecho sin conciencia,
una consecuencia, una reacción ante 
la naturaleza, a la cual eres impelido, un crecer 
hacia una nube.


Es entonces cuando nos rodea para cegar
nuestras vidas, cuando comprendemos lo sutil 
y lo moldeable que es, el valor que tiene cubrir 
los cuerpos, los hechos, las intenciones omisas, ese espacio  otrora vacío
 que llenamos irremediablemente.


La hora del arrepentimiento se suele suceder,
a la rotura del velo que nublaba nuestras 
mentes, pero Dios lo sabe y se ríe de nuestra 
estupidez, para luego perdonarnos, 
porque todo queda justificado en un mar 
de errores y no somos, sino olas, movidas
por los vientos de las dudas.

Escrito en 1985 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.




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