jueves, 7 de abril de 2016

Campos de extensas llanuras

La plata hilada por el viento,
merodea en el ámbito desierto
de las llanuras.
Deshilachando cabellos de nimbos ancianos,
como si el algodón de los días,
se prendiera en el azul tapiz.

Cielos todos, con soledades de tierra yerma,
bajo sus pies,  nuestras plantas van arrastrando
las inermes piedras del camino,
mientras los ojos, vuelan hacia arriba, 
cometas perdidos en la inmensidad.

Nos sentimos pequeños ante la soledad,
extendida en un mar de silencios,
en una tierra llana, donde sólo las negras aves
dibujan  sus siluetas sobre un amarillo
campo de girasoles o trigo danzante
en una brisa que susurra, acariciando
con leve mano.

Plata del viento y la nube, en campos
de extensas llanuras, surcos como vidas
dejando sus huellas con una voluntad de hierro,
forjada con el sudor y la herrumbre del arado.

Escrito en Abril 2016  por Eduardo Luis Díaz Expósito. "Zuhaitz"






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