viernes, 15 de abril de 2016

No me digas que fue un sueño

No me digas que fue un sueño.
Una fuente manaba incesante 
y calmaba la sed del mundo.
El árbol que creció en la plaza,
Daba fruta constantemente y de el 
nos alimentábamos y nutríamos
de su sabiduría.

No me digas que fue un sueño.
Las aves volaban en un cielo de libertad
y los animales, perdieron el temor al hombre,
así, que ... No atacaban.
Los niños jugaban y dibujaban 
sonrisas de niebla en los rayos del sol,
sus risas cantaban entre los murmullos
del río y las voces pérdidas en la brisa.

No me digas que fue un sueño.
Se oscureció en sol con la pólvora
y el fuego se adueñó de las ciudades.
El murmullo del río fué acallado 
con el estruendo de las bombas
y los niños lloraban la crueldad 
de los adultos.

No me digas que fue un sueño.
Si viví una ilusión, deja que duerma,
para no despertar en esta cotidiana pesadilla.

Escrito en Abril 2016 por Eduardo Luis Díaz  Expósito. "Zuhaitz"


No hay comentarios:

Publicar un comentario