jueves, 21 de abril de 2016

Desde los cielos, hasta nuestros párpados

No hay cielo posible, si no encuentro
esa mirada, que sea capaz de ver,
todo el amor que atesoro
y deseo compartir.

Quiero navegar en un mar de ausencias
y quedarme varado en tu playa,
a orillas de tu falda, con vuelo
de ave peregrina y aromas de flor reciente.
Hay un nido de ternuras que tu boca rebosa
y adivino en el sabor de un beso.
  
Unos ojos puros e inmensos, balcones 
de inocencia y esperanza.
Rios de espumas y caricias tibias, solares,
una reina luna en una constelada noche,
para amarnos y descubrir cuánto amor,
cabe entre dos cuerpos amantes,
cuando las sombras son cómplices
y el silencio es el callado vigía que guarda
nuestro placer, entre murmullos y suspiros.

No hay cielo posible, si no encuentro 
mis piernas enredadas en las tuyas
y tus cabellos en madejas deshilachadas sobre mi pecho.
Si no llueve bajo el tejado de nuestras ilusiones,
corazones de humedad y dulzura  y las estrellas caen
desde los cielos, hasta nuestros párpados,
en un sueño de amor que  deseamos perpetuar.

Escrito en Abril 2016 por Eduardo Luis Díaz Expósito. "Zuhaitz"

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