vence los torrentes de la inconsciencia,
de las palabras átonas y sin sentido.
Creas un arco perfecto de arpegios
en el aire y el silencio, tan sólo
es un mudo espectador de tu armonía.
No hay espacio más amplio y bello,
que el esbozo de tu sonrisa.
Ni mayor claridad de astros, que la que ilumina
tus ojos con el brillo de tus alegrías.
Una armonía de esferas y sonidos
y una fragancia siempre fresca,
con tintes de juventud reciente
y un vuelo álgido de cabellos
o briznas de hierba al viento.
Tu presencia, sin pretenderlo,
brilla con plenitud de radiante sol
y tu imagen queda impresa
en todas las retinas como un sello
o moneda de oro, acuñada en el amor.
Escrito en Marzo 2016 por Eduardo Luis Díaz Expósito."zuhaitz"
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