el café frío desde hace un tiempo
y una nota desafinada,
flota dormida en la atmósfera.
No hay redención posible,
cuando la atención se distrae
y comete el perjurio de una negación constante.
Un frío telúrico se instala en el alma
y el óxido de la razón produce
la locura de la abstracción,
rompiendo el hilo de conexión
con la realidad de otros seres.
De repente y sin saberlo estás solo
y suben por tus piernas los roedores
de tu dormida ansiedad.
Ahora te vas dando cuenta, que tu carne
se va desprendiendo del hueso
y tu sangre fluye en ríos incesantes.
¡Eres humano!. Como es resto de los seres
que abandonaste y vuelves a ser
el niño temeroso, al que le asustaba
la oscuridad.
Existe un hilo que conecta las almas
y se sienten copos de nieve sobre el árbol de la Vida,
células de un solo ser único que nos forma
y conforma en una unidad.
Escrito en Marzo 2016 por Eduardo Luis Díaz Expósito." Zuhaitz"
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