en cristal de nuestras copas!.
Duendes de dientes de metal
y espantosos orcos de costrosa piel,
el sonido estridente del vidrio
o de la risa que rompe las sombras
de la tristeza, hace que lo soporten
vuestros oídos.
¡Hagamos soñar las risas!.
Cascabeles de vida, para sujetar
a nuestros tobillos y danzar,
para celebrar la vida.
Reír, danzar, celebrar cada día,
que ufano, nos brinda el cielo,
bajo los rayos del sol
o la nube de algodón, que guarda
todas las caricias y las lágrimas pérdidas.
Escrito en Marzo 2016 por Eduardo Luis Díaz Expósito."zuhaitz"
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