con un gesto tan tuyo, tan femenino.
Palomas blancas,que se agitan al vuelo,
pañuelos que se muestran en la despedida.
Origen del pan, amasado y elaborado
con más amor desprendido, que con harina
y levadura.
Caricia que cura y sana, para apostar más tarde,
un beso de redención, donde la espuma se deshace,
blanco amor o leche primigenia,
que a sus pechos sujeta.
Para borrar ofensas de miradas imprudentes,
se unen en un estrecho abrazo.
Arte que de la mente se canaliza
en la obra terminada.
Laboriosas, arando la tierra o recogiendo la vid,
Buscando un resumen de cielo diario
y el sustento necesario, o tal vez esa emoción,
que junta sus palmas en la ovación.
Sello de amistad, ternura, crispación ante el dolor,
notas y arpegios de un piano.
Clamor de multitud o agitación,
camino directo al corazón.
Así presiento tus manos.
Escrito en Marzo 2016 por Eduardo Luis Díaz Expósito."zuhaitz"
No hay comentarios:
Publicar un comentario