domingo, 6 de marzo de 2016

El primer día de la locura

Hoy es el primer día 
de la locura declarada y reconocida,
del verde musgo acumulado,
de ese tiempo mortal y desmedido,
hálito espeso y acre, desde una mirada
de rencor justificado
y el cieno acumulado en esa pesadumbre de vivir cada día,
con un martillo golpeando la conciencia,
sin saber cuál fué nuestro error.  

Con el yerro incandescente de nuestro propósito de buscar una acción que justifique nuestra venganza,
amparada en esa infinita sed de justicia.
No somos mejores que los demás,
Pero, al menos, nuestras manos no sembraron el odio,
sólo somos los brazos, que recogen
vuestras cosechas.

No somos la bala que deja sin vida un cuerpo,
somos el ánima que conduce la bala,
a su destino, prefijado, desde otras conciencias.
Espectadores de lo absurdo y ejecutores, de lo que vuestra cobardia no se atreve a declarar.

Somos lo que nadie se atreve a declarar,
la ilegalidad de lo que trasciende los límites 
de una legalidad  aceptada.
El grito que rompe hielos y el silencio,
un nuevo canal en la esperanza,
llenando de luz las dudas 
sobre la corrección de nuestros actos.

Escrito en Marzo 2016 por Eduardo Luis
Díaz Expósito."Zuhaitz




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