se guardan todas las cosas
que deseamos guardar o esconder.
Vestidos, que aunque pasados de moda,
nos gusta probarnos, por sentirnos distintos.
Esos objetos de la niñez olvidada,
las primeras cartas de amor,
las primeras fotos de chicas y chicos,
que tal vez, no volvamos a ver.
Fotos de actores o actrices favoritas,
el primer libro que te pareció importante
y los primeros poemas o escritos,
que reflejaban tus inquietudes.
Las primeras confesiones y experiencias
entre amigos íntimos y el descubrimiento
de la sexualidad, cuando todo era pecado.
Octavillas de una prohibida revolución,
cuando a tus dieciséis años, creías
en que el mundo tenía remedio
y los héroes de cartón- piedra,
eran de carne y hueso.
Secretos que todos tenemos
y todos guardamos, algunos nombrables,
pero otros inconfesables.
Escrito en Marzo 2016 por Eduardo Luis Díaz Expósito."zuhaitz"
No hay comentarios:
Publicar un comentario