miércoles, 9 de marzo de 2016

Guerrero de La Paz

Dame la espada horizontal 
de una sonrisa, para matar la apatía 
de un día gris.
El esplendor de unos ojos,
en la órbita de la alegría, 
para llevar la luz a todos los rincones 
oscuros, que la tristeza deja en las almas.

Hay rencores añejos, que oxidan
los corazones desnudos y descubiertos,
ante las lluvias frías de las decepciones
y pies que arrastran pesares de gruesas cadenas,
como fantasmas perdidos
en las nieblas del tiempo.

A veces la suerte es una melodía desafinada 
y hay que coger la espada, recién bruñida y afilada,
para cortar el hilo que nos ata a la inconsciencia 
y a los temores que sujetan nuestros pies.

No quiero desayunar el odio, su digestión es lenta
y pesada.No quiero despertar al diablo,
de su letargo de siglos, ni el amargo veneno
de un amanecer sin un sol que nos alumbre.

No quiero hacer daño a nadie, ni que me lo hagan.
Quiero cortar contigo la última flor del Estío
y poder besar y abrazar a todos.
No me golpees en la boca, me privas de la facultad 
de hacerlo.
Tristeza y apatía...Soy un guerrero de la paz 
y romperé vuestro hechizo con el estruendo
de una carcajada.

Escrito en Marzo 2016 por Eduardo Luis Díaz Expósito." Zuhaitz".





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