peine o cepillo,
torpeza de luz esclarecida,
mañana recién nacida
y en el invierno,
la sensación del Averno,
con la intensidad y brío,
de un cortante viento frío.
Triste mes de Enero,
en el aguacero,
lluvia en el instante,
que es constante
y sin aparente calma,
cala los huesos y el alma.
La calle mojada y herida,
detenida está la vida,
entre recuerdos dormidos
y bostezos al olvido.
Así el invierno mancilla,
a las hojas que marchitas,
caen del árbol que dormitan
y se tornan amarillas.
Escrito en Marzo 2016 por Eduardo Luis Díaz Expósito."Zuhaitz"
No hay comentarios:
Publicar un comentario