lunes, 7 de marzo de 2016

Entre la hermosa flor y la acerada espina

El camino ha sido arduo hasta hoy,
las escasas flores que encontré,
tenían espinas aceradas.
A veces escucho voces impregnadas
en el bálsamo del amor y me calman 
el sufrimiento.

Pienso que están lejos y quisiera
sentir su claro aliento vibrando
en mis oídos.
Tengo que salir y llenar mis pulmones
y mi alma de aire nuevo, apagar el falso brillo
de las mentiras y encender una a una
todas las velas que brillaban
en mi esperanza.

Tengo amor y mi frente coronada
con una mirada en paz,
mi sonrisa, antes marchita, 
volverá a florecer.
Debo echar mucha tierra 
sobre doce años de una mentira,
que se sujetaba con los débiles hilos
de una truncada ilusión .

Debo amar, sentir de nuevo amor,
puedo y quiero.
Las mentiras caen por su propio peso
y algún alguien, no entiende, que no soy yo
quien condena u otorga
el perdón o el castigo.
Son sus actos los que coronan su frente
de hermosas flores o de espinas.

Escrito en Marzo 2016 por Eduardo Luis Díaz Expósito."Zuhaitz"





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