jueves, 3 de marzo de 2016

Madurando en el Amor

No soy un viejo verde, 
soy un enamorado de la belleza,
alguien que bebe miradas
y se nutre del brillo de una sonrisa.

Prefiero pecar, a perderme  
la eternidad de una noche de  amor.
Prefiero sufrir el desamor, que no sentir amor,
por miedo a ser herido.

Besar unos labios, perderme en el cuerpo 
de una mujer y sentir el contacto con su piel.
El infierno no se sufre por pecar, 
sino por vivir en el temor de pecar,
sin abrir las puertas de Paraíso.

La noche es amor, recordar su oscuridad,
cuando cerrando tus ojos, besas a tu amada
y aparecen en tu mente, millones de estrellas.

Sentir la tibieza de su cuerpo desnudo
y esa agradable humedad de su sexo
que se desborda hacia ti, en caudales
de placer incontenido.

No soy un viejo verde,
soy sólo un hombre que madura en el amor
y ama la fruta que acude a sus labios,
cuando el amor es recíproco
en una dulce entrega.

Escrito en Marzo 2016 por Eduardo Luis Díaz Expósito. "Zuhaitz"







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