miércoles, 23 de marzo de 2016

Incómodo Inquilino

Sobre los escollos abruptos,
de los ojos atormentados,
las lágrimas forman un arco iris,
cuando un rayo de esperanza 
acude al cielo despejado
de nuestra mente.

Un propósito, una radiación o 
un sonido, tan sólo una voz, 
una mirada, acaso.
Nuestro rumbo cambia y también 
nuestra forma de ver las cosas,
sin la penumbra de la tristeza
adherida a nuestros ojos.

Desprendida la escama o legaña
transmitida durante el sueño incómodo 
de la sinrazón, admitida y asimilada,
como parte de nuestro cotidiano vivir.

Hay todo un abanico de posibilidades,
ante la amenaza de tormenta 
y acaso, podamos guardar la luz necesaria,
para esos aciagos días, escasos de luz.
Aspirando con fuerza todo el aire libre
y llenando de luz cada vacío rincón,
antes de que la tristeza sea para nosotros,
un incómodo inquilino.

Escrito en Marzo 2016 por Eduardo Luis Díaz Expósito. "Zuhaitz"





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