No deseo más sorpresas, ni ingratitudes.
He comenzado a aceptarme y a quererme
y me he dado cuenta de quien ha sido
mi mejor compañera ( infravalorada y rechazada).
Me habían dicho cosas terribles sobre ella
y ...¡No es cierto!.
Ella me ayuda en mis reflexiones, me dicta
mis poemas y me acompaña siempre,
aunque no se lo pida.
Con ella he aprendido a vivir y aceptar
mi propia compañía.
A saber y conocer, que la felicidad
no está fuera, sino dentro de mi.
Agradezco a mi soledad, su entrega
y dedicación.
He aprendido a amarte, como a mí mismo.
Escrito en Noviembre 2020 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario