el peso de mi vida y acumulo el polvo
de los días que se fueron sucediendo
en mi camino.
Me pesa el lastre que llevo
sobre mi conciencia, esa valija que otros
no quisieron llevar y amparándose
en una fingida confianza, se liberaron
de su mortal carga, depositándola
sobre mis hombros.
Me pesan mis alas, si. He decidido
evitar el vuelo, porque observé sus armas
apuntándome al pecho, cuando intentaba
elevar mis pies del suelo.
Son animales de costumbres,
con una irracionalidad, que roza la locura.
Ellos se liberan de sus cargas y disparan
sobre ti, por temor.
No admiten a nadie fuera del redil
de su rebaño.
Piensan, que aquellos que buscan
otra realidad en sus vidas, son depredadores
del sistema y matan toda ilusión,
que ponga en peligro su zona virtual
de confortable realidad, programada
en sus mentes, para conseguir anular
sus voluntades.
Escrito en Noviembre 2020 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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