sábado, 7 de noviembre de 2020

La última profecía.

Me disuelvo como azúcar, en un espacio 
que fluye ante mi.
Contemplo la extinción de la raza humana,
arrastrando todo el peso de sus “Egos”.


Desaparezco lentamente de su entorno hostil 
y observo una vez más, su potencial bélico
para hallar su propia autodestrucción.
¡No tienen remedio! Y esto lo he comprendido 
cuando dejé de ser humano,
 para encontrar en mi, la luz de la verdad.


Me disuelve lentamente el universo 
y no siento temor. La luz me inunda
y rodea mi cuerpo, fundiéndome en ella.
El planeta se defiende por fin, 
de su peor depredador y se nota 
un pálpito distinto, una vibración más elevada.


El planeta respira tranquilo con los seres
que la habitan y respetan su armonía.
Hoy es el día de la extinción 
de la raza humana, por sus propias manos
y sus propios medios.


Ya no hay maldad posible, que altere
la convivencia armónica.
El ser humano no existe, el planeta Tierra,
ahora sólo es habitado por Seres de Luz.


Escrito en Noviembre 2020 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.





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