miércoles, 18 de noviembre de 2020

Las labores son amores y del esfuerzo...sus flores.

No hay simiente que florezca,
sobre un terreno baldío 
y entre la nieve, por frío,
será difícil que crezca.


Ha de brotar con calor
y la humedad necesaria,
en una entrega diaria 
a una constante labor.


Así, la naturaleza 
hará brotar ese grano,
que se dora en el verano 
y crece entre la maleza.


El viento mece la espiga,
bajo los rayos del Sol,
la tierra fué su crisol
y la fraguó sin fatiga .


Aquel que no desfallece
hallará su recompensa,
contemplando en su despensa
que su esfuerzo lo merece.


Pues ciertamente, es el ocio,
nuestro peor consejero 
y deja un gran agujero 
en las cuentas de un negocio.


Por ello en nuestra labor,
no caben las distracciones, 
cada una de tus acciones,
son muestra de tu valor.


Uno debe decidir 
cómo sembrar su destino
en la aridez del camino,
para poder subsistir.


Escrito en Noviembre 2020 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.






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