que por esta combustión,
dada su aceleración,
nos ha de cegar el humo.
Metal brillante y las cuerdas
vibrando en esa locura
de estrechez en la herradura
de aquél que su suerte pierda.
Momentos que son evasión,
catarsis por el sonido
que explota en nuestros oídos,
alterando el corazón.
Hechizo en elemental
estado, que en la conciencia
obvia toda referencia
en su sino instrumental.
“Humo sobre Agua” llena
un vacío inexistente,
porque desborda, inherente,
su incapacidad terrena.
Escrito en Noviembre 2020 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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