tapados sus orificios, con conchas marinas.
Hay ojos que vigilan en la oscuridad
más densa y el viento trata de apagarlos,
como si de velas vivas se trataran.
No masticaré ninguna adulación,
escupiré vuestro veneno
sobre vuestras frentes, para abrir
en vuestras mentes una estrecha grieta,
tal vez así, pueda abrir un hueco
en vuestras conciencias.
La raíces que arañan la tierra,
para ver la superficie, intentan inútilmente,
que el día les muestre el cielo,
bajo la luz del sol, pero la luna,
reina sobre la densidad de la noche
y en un soplo de niebla,
extiende su manto
de azul y negro en raso.
Cuando se calan las verdades tras
un manto de oscuridad, ni siquiera la luz
de la luna, puede aportar la luz necesaria
a para descubrir toda la belleza
que guardan en su interior.
Escrito en Noviembre 2020 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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