cuando el presente lo mira,
al saber que has masticado
amargas uvas de ira.
Y con los recuerdos vuelven
de nuevo, abriendo la herida,
entre brumas que te envuelven,
negando el sol en tu vida.
A veces el pasado duele
y no has de perder la calma
así lograrás que vuele
lejos de ti y de tu alma.
Cuando al llegar, se presienta
que trae consigo un dolor,
en tu mente cenicienta,
cegada por el rencor...
Busca en la luz de ese día,
un motivo que te traiga
un caudal en la alegría,
para que así, te distraiga.
Verás que tú ánimo crece,
que el malestar, pasajero,
muy pronto desaparece
y verás, que no exagero.
Escrito en Noviembre 2020 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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