martes, 24 de noviembre de 2020

Amante de la efímera belleza.

¿Sobre qué cuerda celeste, se tensa
el arco de tus cejas?.
Tus ojos se muestran sorprendidos 
desde el azabache de tus pupilas, 
hasta el níveo caolín, de un amanecer,
sobre la espuma que se extiende 
en un horizonte de nubes, 
en estratos superpuestas.


¿A qué se debe  el temblor de tus labios?.
Pulpa madura, en bayas que se besan 
en un silencio cautivo, con el temor 
de pronunciarse.


No temas perder la profundidad 
de tus pensamientos, ante el estallido 
de un beso.
Mis ojos son astros que divagan 
en la contemplación del brillo, que se esconde 
entre tus cabellos.
Tan sólo bebo a sorbos lentos, la belleza 
que aflora desde el perfil de tus dientes,
cuando tu sonrisa, se abre en abanico 
y muestra ese límpido espacio, que llenas 
con la magia de tu voz.


Tan sólo contemplo tus caderas,
esmerilando el aire que te circunda,
tratando de acariciar tu cuerpo,
silvestre y joven.
Apenas un sorbo de luz, 
de tu radiante presencia, es lo que pido 
para guardar en mi memoria,
una efímera belleza, que el tiempo raptará
de tu juventud... sin pedir permiso.


Escrito en Noviembre 2020 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.



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