jueves, 26 de noviembre de 2020

No me des una razón.

No me des una razón,
como ley o asignatura,
si no hay en tu corazón 
una pizca de ternura.


No me digas qué he de hacer,
que ya somos mayorcitos,
si me quieres conocer,
me reflejo en mis escritos.


Nunca me hables de amistad,
si lo que ves en tu espejo,
nos separa en igualdad 
un trasnochado consejo.


Que ya tenemos edad
de no ocultar intenciones,
ahondemos en la verdad
que está en nuestros corazones.


No me van, las apariencias,
que ocultan bajo su signo
un brote, que en las conciencias 
pueda resultar maligno.


Una razón, no la quiero,
pues muchas son las razones,
si me permites, prefiero 
los honestos corazones.

Escrito en Noviembre 2020 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.




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