como ley o asignatura,
si no hay en tu corazón
una pizca de ternura.
No me digas qué he de hacer,
que ya somos mayorcitos,
si me quieres conocer,
me reflejo en mis escritos.
Nunca me hables de amistad,
si lo que ves en tu espejo,
nos separa en igualdad
un trasnochado consejo.
Que ya tenemos edad
de no ocultar intenciones,
ahondemos en la verdad
que está en nuestros corazones.
No me van, las apariencias,
que ocultan bajo su signo
un brote, que en las conciencias
pueda resultar maligno.
Una razón, no la quiero,
pues muchas son las razones,
si me permites, prefiero
los honestos corazones.
Escrito en Noviembre 2020 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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