he descubierto, que el cielo
es fruto de nuestro anhelo,
conociendo esta certeza,
cuando dí con la cabeza
estrellándome en el suelo.
No creo en nadie, por norma
y he visto, que en el abismo,
todo sueño se transforma,
si no crees, sólo en ti mismo.
Hago gárgaras y escupo
el amargor de la vida,
nunca daré a quien me pida,
porque está fuera de cupo.
Doy la flor a quien, marchita
tiene su vida, y siento
que debo dar alimento
a quien más lo necesita.
El problema en estos días
y que a mi razón empaña
es el saber, que en España
imperan las picardías.
Se ríen de su desgracia,
buscando en todo el humor,
mientras les crece un tumor
dentro de su burocracia.
Y así nos va en el país,
perdiendo siempre e ignorando,
que el tiempo nos va pasando
bajo un cielo siempre gris.
Últimamente no vuelo,
quiero pisar tierra firme
y antes de que pueda irme,
he de armar un gran revuelo.
Quiero, que alzando las voces,
defendamos las verdades,
que nutren las cualidades
que intuyes y reconoces.
Escrito en Noviembre 2020 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario