a pesar de estar con el AGUA al cuello,
e ignorar, que nuestros pies se van hundiendo
en la TIERRA.
Hay un FUEGO interno, que hace que nos
alcemos al AIRE, desde nuestras cenizas,
al creer en un ser superior, que ha de borrar
todas las larvas que habitan en nuestra
confusa mente.
Aparentamos la fortaleza de un COLEÓPTERO, tras de volar como un LEPIDÓPTERO. Ese es nuestro sueño,
a pesar de comportarnos como unos perfectos
DÍPTEROS, picoteando el presente y creyendo
en un futuro como si al fin, resultáramos ser, por nuestro trabajo, HIMENÓPTEROS, al
borde de la muerte.
Así es, somos insectos
sobre un cristal caliente, que esconde
en su interior un filamento incandescente,
que tras su luz...acabará con nosotros.
Cuatro elementos para los cuatro insectos
que tratan de escapar de nuestra naturaleza.
Escrito en Noviembre 2020 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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