a pesar de la alegría que transmito
por ello, lo que pido y solicito,
es el fruto de la vida y de su miel.
Que cuando te detengas, sin la prisa
que siempre nos empuja en esta vida,
me obsequies, sin que acaso te lo pida,
con esa bendición, que es tu sonrisa.
Hagamos que un momento sea grato,
el tiempo lo captura y lo disuelve,
pensemos: Lo que marcha, nunca vuelve
y a nadie ya le aprieta su zapato.
Detén el paso y goza del instante,
por los amigos que hay y venideros,
si el mundo es un enjambre u hormiguero
nos queda mucha vida por delante.
Soy triste, pero la felicidad,
tan sólo es la actitud que nos conviene,
comparte, porque aquél que la sostiene,
consigue al compartir, una amistad.
Escrito en Noviembre 2020 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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