sobre un cielo que aparece biselado,
a la luna, mucho tiempo la ha llevado
en mostrarse como un reluciente broche.
Entre nubes de algodón, la noche incierta,
en los árboles su imagen se recorta
y en su ramas su sueño se transporta
en vigilia del insomnio y de su alerta.
Por el día bajo el sol, se ha combatido
por salir de esa ridícula rutina,
que se clava en la jornada, como espina,
sobre un mundo anciano y abatido.
En la noche se descansa de penurias,
se relaja en una meditación,
que aquieta a todo noble corazón,
aliviando sus pesares y sus furias.
Escrito en Octubre 2023 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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