disimula si alguien mira.
Descubre sólo tu origen,
en los seres que se afligen.
Raíz arraigada en tierra,
tierra en la que el verbo brota,
álgida voz, que en su nota
llega a coronar la sierra.
Masculina es tu simiente,
tu voz ni calla, ni miente.
Aproxímate al sonido,
que muere en esa agonía,
de buscar una armonía,
resucitando del lodo,
como resucita todo
lo que existente, principia
en esa clara primicia,
de saber que toda vida
surge de una amarga herida.
que abre su cuerpo y siente
brotar la nueva simiente
Vida que nace incipiente,
en la voz desesperada,
que surge, por desgarrada,
sobre ese pulso latente.
Largo y tedioso proceso,
del cual nadie sale ileso,
si tu pensamiento ignora,
que el espacio de una hora,
no son sesenta minutos.
Los segundos más astutos,
no admitirán más demora.
Que no hay nada en este mundo,
que haya que demostrar,
se trata de caminar
como cualquier vagabundo,
ver desde fuera hacia adentro,
todo ese fortuito encuentro
que se pueda atesorar.
Escrito en Octubre 2023 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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