La inercia de las cosas, me detiene
y así contemplo el mundo en el que vivo,
ignoro su razón y ese motivo
que influye sobre mi y me entretiene.
La vida está fluyendo mientras viene
ese momento tenso de la espera,
que ahoga la esperanza en su quimera
y exhorta a meditar si te conviene.
La inercia de las cosas lleva un lastre,
que pesa sobre todas las conciencias,
se rige por la acción y consecuencia,
pudiendo terminar en un desastre.
La vida es ilusoria y pasajera,
sucede lo imprevisto, si se tercia,
movido por el rastro de una inercia,
que arrastra aunque nunca se asumiera.
Que todo tiene un tiempo limitado
y en esa realidad se nos deshace,
muriendo todo aquello que nos nace,
aquello que tal vez hemos amado.
Escrito en Octubre 2023 por Eduardo Luis Díaz Expósito.
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