martes, 24 de octubre de 2023

Bajo la protección de su verde manto.

¡Ah! Los descarnados árboles de silencios 
sepultados.
Cómplices del viento susurrante y portadores 
del oxígeno, atrayendo la lluvia.
Esa bendita lluvia, que el campo agradece,
donde la grama y las semillas crecen.


Doloridos árboles, por el rayo heridos,
por el hacha inmisericorde, 
en astillas convertidos.
Ardiente lumbre en el hogar cálido,
madriguera de inviernos olvidados 
y primaveras exuberantes, donde nuevamente 
los árboles lucirán sus mejores galas.


Árbol enjuto y sabio, conocedor de la tierra
y sus virtudes. Poblador de selvas y bosques.
Arañazo leve en el cielo azul, 
de verde rama acicular, en un intento
de elevarse majestuosamente a las alturas.
Escucha su silenciosa voz y siente 
la verde sangre de la naturaleza, fluir
por sus adentros.
Corteza tatuada de promesas de amor 
y sombra benigna, que a la inclemencia 
de la tiranía del sol, nos protege con un amor,
hecho de verde esperanza.


Escrito en Octubre 2023 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.




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