quiero reiniciar mi paso,
hacia un horizonte raso
y el propósito afianzado.
No sea, que mi andadura
se torne angosta y severa,
puede más, quien persevera,
con decisión y premura.
A nadie niego mi mano,
pero cuido, qué esté entera,
no me entretengo en la espera,
quiero mantenerme sano.
Todos no somos iguales,
no se igualan las medidas
entre Lázaro o el rey Midas,
no son los mismos retales.
De esparto los delantales…
los del mendigo ( Me explico ).
De seda son los del rico
y de oropel… sus pañales.
Escrito en Julio 1993 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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